Super show a lo cubano

El espectacular show del humorista Robertico, titulado "Deja que Roberto te toque" dejó atónitos a los más de 1,500 asistentes al Teatro Camilo Cienfuegos de esta ciudad.

El martes bien temprano, luego de haberme enterado de que el humorista Robertico actuaría en Santa Clara, arranqué en mi bicicleta hacia en centro de la ciudad con el objetivo de comprar unas entradas.

Robertico es un nuevo talento del mundo del humor, cuya obra, llena de sátiras y cubanismos.

Al llegar al lugar, marqué la cola como los demás. Eran las 7 de la mañana, pero con el paso del tiempo, poco a poco, se fue llenando el reducido espacio del callejón trasero del cine, donde debían vender las entradas, hasta que se convirtió en una verdadera multitud.

En la noche, a pesar de apresurarme para ocupar un buen asiento, pude sentarme gracias a unos amigos, porque el inmueble se encontraba totalmente lleno de fanáticos y admiradores de Robertico.

De pronto las luces bajaron su potencia y se abrió una pantalla de video donde aparecía el comediante disfrazado del famoso negrito, al estilo del teatro bufo. El negrito le robaba la corriente a un teléfono público en un intento de comunicar

se con su manager en México. El sketch, con ambos papeles interpretados por el mismo actor, ofreció el preámbulo del show, enfocado en un supuesto viaje a centros nocturnos aztecas del negrito como representante de Robertico, un mago y seis bailarinas.

Terminado el video, hizo su entrada el humorista por uno de los pasillos principales del cine-teatro, montado en un bicitaxi. El aplauso fue estrepitoso. Psicológicamente el público estaba preparado para reír.

Sobre el escenario apareció con un grupo de mariachis, cuatro bailarinas y un mago, para ofrecer un show relacionado con temas tan actuales.

El actor manejó la situación con verdadero profesionalismo, sabiendo hacer entradas fuertes y salidas exitosas.

Cada gesto y palabra de Robertico fue incrementando la motivación del público hasta el final del show. Luego de una hora y media de alegría y risas, el humorista se despidió, invitando a que disfrutaran de su espectáculo en el cabaret "El Bosque" de la ciudad, donde actuaría a partir de esa misma noche durante tres días.

Fue un show a lo cubano, y valió la pena sufrir todos los avatares para conseguir la entrada. Esta fue una noche diferente donde el humor se hizo 
risa y alegría.